lunes, 14 de junio de 2010

¿EL APRENDIZAJE ES ALGO TAN TRIVIAL QUE SE PUEDE OBSERVAR Y MEDIR CON BASE EN UNAS SIMPLES PREGUNTAS A PROPÓSITO DE UNOS CONTENIDOS CUALESQUIERA?

De entrada la pregunta parece tendenciosa, pues hablar de trivialidad en el aprendizaje inmediatamente pone tono de alerta. El aprendizaje me atrevería a decir, nunca, ha sido trivial, pues aun cuando su aplicación no sea inmediata, el aprendizaje constituye una parte importante de la trascendencia del propio conocimiento. Pero bien, la intención precisamente creo es esa, puntualizar que de ninguna manera el aprendizaje puede ser trivial y por demás. Cierto que si atendemos a la concepción de aprendizaje como un acumulo de conocimientos, quizá una solo pregunta simple basta para comprobar su almacenamiento o no; sin embargo, ha quedado claro con las reflexiones de Vargas, que el aprendizaje constituye un entramado complejo que involucra conocimientos, acciones, actitudes, la intervención de mediadores del aprendizaje y las propias características biológicas y psicológicas del sujeto. Este entramado es dinámico y pareciera difícil de leer, sin embargo, repasar aquellos estudios acerca del desarrollo humano, de los procesos educativos y de la interacción de ambos, nos da la pauta concreta de cómo planear una estrategia didáctica para asegurarnos de que está sea efectiva y provea al alumno de un verdadero aprendizaje.
Por lo anterior, el aprendizaje como tal, no es medible con un cuestionario o bien con preguntas que finalmente solo evalúan conocimientos de tipo conceptual. En este sentido la sistematización del plan-clase tendrá que evolucionar de manera que nos permita evidenciar estos componentes del aprendizaje y bien, teniendo clara la manera de evidenciar será posible evolucionar también las estrategias de evaluación de modo que podamos como docentes realmente medir aprendizajes, donde manejar el contenido ya no es suficiente, sino la manera en que este se ha adquirido y el uso que se le de.

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